domingo, 9 de diciembre de 2018

Tiempo


Tic, tac, las horas del reloj en su lento caminar.

Los traviesos minutos escapando al control de quien intenta poseerlos.

Los segundos callejeros corriendo por las esquinas de la vida.

jueves, 6 de diciembre de 2018

30 y divina

Me están saliendo las primeras patas de gallo.
Mis muslos están llenos de estrías.
Mi pecho está desapareciendo. Sigue estando en su sitio, pero cada vez es más pequeño.
La piel del cuello empieza a estar flácida.
Juraría que antes el culo estaba más arriba.
Mi pelo se tiñe de invierno.

Me hago mayor y no podía estar más contenta.
Porque mi cuerpo no es lo único que ha cambiado en los últimos años: ahora veo las cosas de otra manera, soy más reflexiva y tolerante, aunque cada vez tengo menos paciencia para las tonterías. Y sin embargo, hay tonterías que me siguen encantado (pon un twitter en tu vida).
Tengo las cosas muy claras y sé ir a por ellas. Y sé aceptar cuándo las cosas no son para mí.

Hay gente a la que parece que le molesta cumplir años, pero yo no soy de ésas.
En menos de un mes cumplo 30 y estoy encantada y con pelazo.
Porque los 30 son los nuevos 20, chicas. Y yo no sé ustedes, pero yo paso de convenciones, del trabajo de mierda porque "hay que cotizar", del "para cuándo lxs niñxs, que se te va a pasar el arroz", del miedo a la soltería. Yo hace tiempo que decidí vivir mi vida como me diera la gana. Y tú deberías hacer lo mismo.

Tú.

Sí, tú.

Mujer u hombre que me lee.  O me ha descubierto sin querer.

Yo ya paso de lo que dirá la gente, que seguro que tienen cosas mejores que hacer. Y si no las tienen, no es mi problema. Parece que se da más importancia a lo que digan lxs demás que a lo que unx piense de sí mismx. Y yo digo:

Pues estoy hasta el coño.

¿Que me quieren mirar mal? Que miren, tengo un pelazo digno de mirar.

¿Que quieren hablar de mí? Que hablen, yo estoy escuchando otras cosas.

¿Que se creen con potestad para opinar sobre mi vida o mi aspecto? Bueno... Yo creo que hay cosas más interesantes pero, ¡ey!, cada quién que haga lo que quiera.


En fin. Que en esta reflexión no hay moraleja. O sí. No sé. Yo sólo sé que lo que se espera de mí ya no es asunto mío. Que solo escribo porque quiero y porque, quizá, alguien puede haber necesitado leer, un día como hoy, unas palabras como éstas, que yo, sin querer queriendo, le regalo.

PD: Esta es MI verdad, MI opinión. Cada cual tendrá la suya.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

Caminos...



¿Sabes? La vida es demasiado corta para quedarte con las ganas. 

Si quieres algo, ve y cógelo; si quieres a alguien, díselo; emprende camino hacia tus deseos. Quizá no vivas mañana, vive hoy. 
No te guardes nada, no te acobardes, no esperes, el miedo te roba grandes momentos. Como dijo algún sabio: "hazlo, y si tienes miedo, hazlo con miedo." 
Créeme, no te vas a arrepentir nunca de haberlo intentado, de haber luchado, de haber sido honradx contigo mismx. 

Pero algún día, mirarás al pasado y preguntarás por qué te quedaste sentadx. El famoso "¿Y si...?". La duda mata y el miedo nos come por dentro.

Yo, valiente/ descerebrada (que cada quién lo vea como considere), ya no me privo de nada, no me acobardo, no me conformo, no me rindo. Voy y lo intento. Y si me llevo la hostia, me la llevo con gusto. Que a mí las dudas no me dejan dormir.

Yo soy blanco o negro. Sí o no. Todo o nada. Los grises... No son lo mío.

Y te recomiendo, desde la experiencia de esta "rolling stone", de esta "pluma movida por el viento", que no tengas miedo a probar, que no te cierres al cambio. Porque los cambios son siempre buenos. Los nuevos caminos por explorar son siempre interesantes.

Y si el camino no te convence, como dice una buena amiga, "mi niñx, te das la vuelta, y coges otro".


PD: Esta es MI verdad, MI opinión. Cada cual tendrá la suya.

jueves, 9 de agosto de 2018

Amor...





El amor…
El amor es otra cosa.
El amor es un te quiero libre.
Un contigo y sin ti
Un porque sí, sin más.
Sin trabas, ni límites, ni preguntas.
Solo el deseo de un beso, de un abrazo, de una mirada cómplice.
Un sí y un no y un contigo por siempre, pero yo primero.
Que el amor no se piensa, se siente, sin vergüenza, ni ayer, ni mañana, ni por siempre.
Solo hoy y tú y yo.

viernes, 22 de junio de 2018

Nosotras Somos La Manada

Si digo no, y no lo entienden, es culpa mía porque no lo dejo claro. 
Si no digo no pero tampoco digo sí, es culpa mía por jugar al despiste.
Si digo sí y cambio de opinión, es culpa mía por puta.
Si no me resisto y me violan, es culpa mía por no haber peleado.
Si me resisto, me violan y me matan, es culpa mía por haber puesto resistencia.
Si voy bebida, es culpa mía porque lo iba buscando.
Si voy con minifalda, es culpa mía por vestirme como las putas.
Si voy sola, es culpa mía por insensata.
...
La sociedad nos quiere muertas.
Pero nosotras nos queremos vivas.
Y nosotras somos más.
Juntas somos más fuertes
#VivasNosQueremos
#NoEsNo
#YoSíTeCreo
#LaManadaSomosNosotras
#NoEsAbusoEsViolación
#NiUnaMenos
#PorUnaSociedadFeminista




lunes, 21 de mayo de 2018

Fuera!




No

Reconozco tu letra ni tu autoridad.

Vuela

Lejos del espacio aéreo de mi libertad.

Escupe

Tus mentiras al otro lado del charco de tu bilis.

Olvida

Que existo.

Sigue

Tu camino.

Pero lejos

Muy lejos

De mí.

jueves, 17 de mayo de 2018

Miedo y otras cuestiones




No tengo miedo. Nunca he sido persona de tenerlo.
El miedo no me paraliza, no me detiene, no me condiciona.
Pero entiendo el miedo que supone a los demás un cambio, un descubrimiento, un amor.
Sin embargo, yo te digo: Tienes miedo, ¿y qué? ¿Tienes miedo a llorar? Pues llora. ¿Tienes miedo al dolor? El dolor corrobora que estás vivo. ¿Tienes miedo al cambio? Como me dijo una buena amiga, "tu tomas un camino, y si te equivocas, te das la vuelta y coges otro".

Yo he perdido mucho tiempo en mi vida valorando pros y contra de todas las situaciones, y al final, lo único que decide si tus decisiones son aciertos o fracasos, es la actitud con la que te enfrentas a ellas. No existe el fracaso. Es un mito, una falacia que nos han hecho creer para mantenernos dentro del redil: estudiar una carrera, buscar un trabajo que nos dé dinero y estabilidad económica, formar una familia, tener un hogar...

¿Y si no quiero? ¿Y si no me importa no tener un trabajo para toda la vida? ¿Y si no me importa que mis decisiones no sean "socialmente" aceptadas? ¿Y si no me importa darlo todo y perder?

¿Y si prefiero seguir intentándolo cada vez, aunque me caiga y "fracase"?

Yo no tengo miedo. Y tú tampoco. Solo estás condicionado por las opiniones de un montón de borregos.

Sal del cascarón. Inténtalo y fracasa.

Enamórate y llora.

Vive donde quieras y como quieras.

Y con quien quieras.

Pero vive, coño, vive.


PD: Esta es MI verdad, MI opinión. Cada cual tendrá la suya. 

sábado, 31 de marzo de 2018

Si Jesucristo levantara la cabeza...


Semana Santa. 

Semana de fe y reflexión. Religiosa o no.

Yo reflexiono. Reflexiono mucho. Tengo esa mala costumbre. 

Veo a la gente observando devotamente las procesiones, algun@s con lágrimas en los ojos, y me pregunto: ¿qué diría Jesús si levantara la cabeza? Seguramente pensaría, ¡qué bonito homenaje, qué sentido y qué estético! Luego se pasearía por el mundo y se diría:

"¡¿Pero es que acaso nadie me estaba escuchando?!"

¿Qué diría Jesús si viera a sus representantes en la Tierra abusando sexualmente de niñ@s inocentes, saliendo impunes, viviendo en palacetes mientras el 9,6% de la población mundial muere de hambre en la más absoluta pobreza?

¿Qué diría Jesús si viera a sus feligreses clamando por la pena de muerte?

¿Qué diría Jesús si viera el mundo que, con tanto mimo y cuidado creó para nosotr@s, siendo devastado?

¿Qué diría Jesús si viera a l@s refugiad@s siri@s muriendo de frío ante unas fronteras cerradas a cal y canto?

¿Qué diría Jesús si viera las guerras inútiles que se libran a los largo y ancho del mundo en su nombre?

¿Qué diría Jesús si viera a un@s cuant@s imponiendo sus criterios por encima de l@s demás?

¿Qué diría Jesús si viera cómo nos tratamos, cómo nos discriminamos? Nosotr@s, que fuimos cread@s como herman@s...

En fin, que me paso de reflexiva.

Felices vacaciones, y esas cosas. 


lunes, 26 de marzo de 2018

Canaria conoce Barcelona desde el aire

De hace un tiempo a esta parte y por cuestiones que no vienen al caso ahora, pillo varios vuelos nacionales (alguno internacional) anualmente. No sé qué pensarán ustedes, pero es un agotamiento como no hay dos.

Qué horror... 

Qué engorro...

¡Qué pereza tan grande, madre mía!

Llegar al aeropuerto con una hora y media de antelación. ¿Para qué? La mitad de las veces las colas son rapiditas y la otra mitad lo serían si esa gente no cobrara por horas. Mis hij@s, he visto cojos más rápidos. Pasamos al control de seguridad. Porque como no supuso suficiente padecimiento embutir el portátil y la ropa sobrante en el bolso de manos, ahora resulta que te hacen vaciarlo. ¡Y ojo! Quitarte botas, jersey, cinturones, gorros... Tan buenas no serán los putos detectores si tienes que marcarte un desnudo para atravesarlo, digo yo. Y eso si tienes la suerte de pasar limpia, sin pitidos ni sospechas. Porque yo debo tener una cara de narcotraficante que no se aguanta: ¡3 veces me han hecho ya el control antidrogas! Y me registran por lo menos 3 de cada 5 veces que viajo... Y te ves ahí, plantada, delante de los guardias que te miran recelosos... Y los viajantes, que te miran igual. Y tú te sientes el prota de una peli colombiana. Creo que haré caso a mi madre y me cambiaré el look, por si acaso ayude. 
Continuamos con la puerta de embarque... La cola de embarque estaba allí antes de que se inaugurara la puerta. ¿Me puede explicar alguien qué prisas tiene todo el mundo por entrar en el avión el primero? ¡Si te va a tocar esperar igual, dentro que fuera del trasto! Todavía si vuelas con Ryanair puedo entender la furia que se desata, pero, francamente, yo me he vuelto una señoritinga y ya solo viajo con compañías que me garanticen el asiento. Preferentemente en ventanilla, por favor, gracias, de nada, a ti, maja, por venir. 

Y, por fin, vuelas...
...
...
...
¿En serio hay alguien a quien le gusten los aviones? A mí viajar me encanta, me flipa... Pero una vez en el destino, porque el trayecto es una procesión sin santo (no offense, mis querid@s fanátic@s) Pero el avión es estrecho, incómodo para dormir, y la gente... Bueno, mi problema con la gente será tratado en otra ocasión, porque tengo tela yo con la humanidad así, en general. 

Y luego el aterrizaje. Yo he vivido aterrizajes de todos los tipos: buenos, muy buenos y ¿pero qué cojones ha sido eso y por qué el piloto quiere matarnos a tod@s? Por suerte, la experiencia es más buena que mala. Tras la avalancha salvaje para salir del avión (que sí, que salimos tod@s, déjense de impaciencias), viene la larrrrrrrrrrga espera por la maleta. Si puedo, viajo solo con maleta de mano, pero estas últimas veces mis viajes han sido de varias semanas de duración y he tenido que facturar maleta. Otro suplicio. Y esta vez, me centro en mi caso particular: yo soy de Gran Canaria, pero vivo en Tarragona. Tarragona no tiene aeropuerto, con lo cual, debes viajar a Barcelona y de ahí, tren o bus (no se enfaden, mis canari@s, es para que me entiendan los peninsulares y peninsularas). Bien. MILAGRO DEL SEÑOR QUE TE CUADRE EL HORARIO DE LLEGADA CON EL HORARIO DE SALIDA A TARRAGONA. En serio, eso solo pasa una vez, y coincide con el paso del cometa Halley. Tal día como hoy: viajo con Vueling (ejem), el aterrizaje está previsto a las 19.45hs, pero se produce a las 20hs, (supongo que por tráfico aéreo, porque si no, no entiendo los 20 minutos que nos tiramos volando en círculos sobre Barcelona), con lo cual el bus de las 20.05hs ya está perdido. La maleta no sale de la cinta hasta las 20.35hs, con lo cual corre para pillar un metro que te lleve a Barcelona Estación de Francia (leído con voz de metro) para luego coger un tren a las 21.08hs (último tren) dirección Tarragona.

¿Conclusión? Que me toca quedarme en la Terminal 1 del aeropuerto del Prat hasta las 22.40 hs que sale el ÚLTIMO bus a Tarragona...

Querid@s canarion@s que me preguntan por el transporte público en Tarragona, ya se pueden hacer una idea.

Para todo lo demás, no dejen de leerme 💓


PD: Esta es MI verdad, MI opinión. Cada cual tendrá la suya. 

miércoles, 7 de marzo de 2018

8M




Como mujer, tienes el derecho a no hacer huelga.


Como mujer, tienes el deber moral de hacer huelga.


Por ti.


Por mí.


Por nosotras.

lunes, 5 de marzo de 2018

El poder de las palabras

                                                               "La influencia crece como la mala hierba".
                                                                                              Varys, Juego de Tronos.



Vivimos en la era digital. Es una realidad.
Vivimos en una era dominada por internet y por las redes sociales. Lo cual, tiene sus ventajas, por ejemplo:
- Internet es una gran fuente de conocimiento al alcance de tod@s. Ya se dice, no hay nada que no sepa Don Google.
- Las redes sociales, como Facebook, nos permiten recuperar el contacto con personas que en algún momento pasaron por nuestra vida y que, ¿por qué no?, pueden volver a estar en ella.
- Instagram, Facebook, YouTube... Son excelentes herramientas de promoción. Yo soy muy partidaria de que sean un escaparate para nuevos negocios, grupos de música, etc...

Pero esta moneda también tiene una cara oculta:
La obsesión por estar día y noche conectad@s con el resto del mundo, mendigando atención y popularidad traducidas en "likes" nos aleja, no sólo de las personas que tenemos a nuestro alrededor, también de nosotr@s mism@s. Nos metemos en la piel de un personaje glamouroso y con éxito, fingiendo una vida que no es la nuestra. ¿Para qué? Al final, ese personaje nos absorbe de tal manera que ya no recordamos quiénes somos, y nos creemos que somos triunfador@s, que nos admiran... ¿Pero somos felices? ¿Realmente es esa la persona que queremos ser? Personas artificiales, con unos modelitos despampanantes, con una vida laboral de lo más activa, con un grupo "de amig@s" que llega a los 500 componentes... Pero nos miramos al espejo y todo es falso.
Internet crea una realidad paralela donde no somos nadie, más que el producto que los demás quieren que seamos. ¿Por qué?

Porque es lo que vende.

Puto capitalismo.

Ojalá saber de lo que se habla vendiera tanto como las pestañas rizadas, los ojos ahumados o las bromas de mal gusto...

No me malinterpreten. Siempre he sido firme defensora de la libertad de opinión y eso no va a cambiar ahora. Pero, coño... Está claro que cada un@puede hablar de lo que le dé la gana, ¡faltaría más! Pero no mata a nadie leerse un libro antes de abrir la boca... Nos permitimos el lujo de hablar de igualdad hombres-mujeres y criticamos el término "feminismo", pero no sabemos lo que significa. Tenemos miedo al comunismo y a l@s comunistas, pero no sabemos en qué consiste, Karl Marx nos suena a jugador del Bayern. Defendemos un partido político bajo el argumento "de entre lo malo es lo mejor", ¡y nos creemos que es un argumento válido para confiarles nuestr@ voto!

Insisto: defiendo el derecho de cada uno a decir lo que le venga en gana. Pero, ¡cuidado! Las palabras son armas poderosas: no nos damos cuenta del daño que hacen hasta que las hemos dicho. A día de hoy, los personajes que encontramos por las redes, l@s llamad@s influencers, son ejemplo para much@s, sobre todo, jóvenes. No necesitamos a ninguna Miranda Kerr hablando de lo agradable que es estar guapa para tu maridito y esperarle en casa con la casa limpia y la cena hecha. Cariño, hoy las mujeres también trabajan fuera de casa, y también nos gusta llegar y que las tareas las haya hecho el "maridito", que, casualmente, también vive y come en esa casa. ¿De eso no piensas decir nada, Miranda? No necesitamos a ninguna Cristina Pedroche desnudándose cada año para dar las campanadas y ser objeto de deseo de media España, ni ser tratada como un objeto (bonito, eso sí) por tu compañero de trabajo. Cristina, cariño, no sé quién te ha dicho que eso es "súper feminista", pero te lo digo, con toda mi buena fe y desde mi humilde opinión, eso no es feminista. Feminista es plantarte en tu lugar de trabajo con la ropa que te salga del coño, sin necesidad de enseñar lo currado que tienes el cuerpazo de gimnasio en una de las noches más frías del año, y que tu compañero de trabajo te trate como a una igual. ¿Por qué no se te ocurrió la idea de ser feminista llevando traje y corbata? ¿Por qué tu idea de ser feminista tiene que pasar, necesariamente, por mostrar tu cuerpo de mujer? No es necesario utilizar tu cuerpo como argumento. Y, ¡ojo!, que cada un@ puede vestir como le dé la gana. No es de eso de lo que estamos hablando. Hablamos del discurso que justifica la cosificación a la que se somete ella misma.

¿Necesitamos de verdad a gente como ReSet, el youtuber que dio galletas rellenas de pasta de dientes a un grupo de indigentes? ¿Necesitamos a Wilson Alfonso, que se dedica a ir por ahí robando besos a las chicas que encuentra por el camino? ¿Necesitamos a Mister Granbomba, llamando "caranchoa" a repartidores por la calle? Aunque de este último nos queda el consuelo de que se llevó, quizá con retraso, la apropiada ostia a tiempo...

En fin. Francamente, no sé cuál es la conclusión a la que pretendo llegar. Quizá solo quería lanzar esta reflexión...


PD: Esta es MI verdad, MI opinión. Cada cual tendrá la suya.





miércoles, 28 de febrero de 2018

Ni machismo ni feminismo y otros fantasmas


Muchos leerán el título de esta entrada y volverán a pensar: "Qué pesaditas están con esto del feminismo". 

Sí, estamos muy pesaditas, y voy a explicar por qué. 

A lo largo de la historia a las mujeres se nos ha tratado de forma diferente, generalmente con trato desfavorable, única y exclusivamente, por ser mujeres. Tras muchos años, siglos, de vivir con ello, hemos despertado y luchamos por lo que es nuestro: un trato igualitario. En todos los sentidos.

"Es que las mujeres van de víctimas; ¿qué pasa, que los hombres no sufren?" Sí, claro que sufren. Pero, si cuando se habla de violencia doméstica se presta más atención a las muertes femeninas que a esos "30 hombres asesinados a manos de sus parejas" es porque, por suerte, estos hombres son una excepción. Si se habla más del acoso sexual constante que sufren las mujeres que del acoso sexual que sufren los hombres en ámbitos como, por ejemplo, el laboral, es porque, por suerte, estos hombres son una excepción. En estos casos, las víctimas (hablamos de las masculinas) estaban en inferioridad con respecto a su atacante/acosador@: físicamente es más pequeño, es nuevo en la empresa y "tiene que cargar con ciertas cosas"... Son casos injustos y castigables, por supuesto. 

Las mujeres sufrimos violencia, física, sexual, etc. única y exclusivamente, por ser MUJERES. Da igual nuestra posición social, económica, nuestra edad, nuestro aspecto físico. Se da por hecho que al ser mujeres somos más débiles, estamos a merced del hombre que tenemos más cerca. No es, por desgracia, una excepción. 

Y ya estamos hartas. No queremos un trato diferenciado ni privilegiado (la mujer que lo pida no es feminista, lo digo ya), queremos lo que nos corresponde: LIBERTAD e IGUALDAD. Libertad para salir a la calle y volver sanas y salvas. Libertad para vestir como nos de la gana sin sufrir acoso o críticas de ningún tipo. Libertad para elegir la opción de vida que más nos apetezca: no por ser mujer tengo que ser madre. Libertad para unificar nuestra vida y ser madre y trabajadora, y no una cosa o la otra. Igualdad a la hora de enfrentarnos al mercado laboral. 

"Es que hay mujeres que denuncian a sus maridos y es mentira". "Es que hay mujeres que alejan a sus padres de sus hijos". Sí, las hay. Pero no son "malas mujeres". Son MALAS PERSONAS. Hay denuncias de malos tratos falsas, claro que las hay. Y hay denuncias por robo que también son falsas. Y hay denuncias por 20.000 cosas que son falsas. Hay madres que dan su vida por sus hijos. Y hay madres a las que les importan un carajo sus hijos. Hay padres que se desviven por sus hijos. Y hay padres que pasan olímpicamente de ellos. No confundamos unas cosas con otras. No metamos a todas las mujeres en el saco. Porque hay de todo. También hay hombres buenos, incluso feministas. No todos son unos maltratadores. No todos son unos acosadores. 

No nos confundamos. Una cosa es una cosa. Y otra cosa, es otra cosa. 

El feminismo es necesario. PARA TODOS. Para que las mujeres puedan elegir salir de casa a trabajar, y no por ello ser malas madres. Para que los hombres puedan elegir quedarse en casa a cuidar de sus hijos, y no por ello sean menos hombres. Para que las mujeres puedan vestir como quieran sin ser juzgadas ni expuestas al abuso sexual. Para que los hombres puedan disfrutar su cuerpo, sea como sea, gordo, flaco, alto, bajo, peludo, calvo... Sin sufrir complejos.

Para que ningún cuerpo femenino vuelva a ser ultrajado. 

Para que no muera ni una mujer más. 



PD: Esta es MI verdad, MI opinión. Cada cual tendrá la suya. 



domingo, 25 de febrero de 2018

Cambio de idea



Patético Johny, el Patético Johny que algunos conocieron, ya no existe como tal.

Ha vuelto, pero ha vuelto distinto.

Ha vuelto crecido, y maduro.

Y con más cosas que decir que nunca.

Gracias. Gracias a los que formaron parte de nuestra aventura.

Pero sobre todo, gracias a las patéticas que lo hicieron real.

Gracias, Irisada.

Gracias, Penny.

Patético Johny, el Patético Johny que algunos conocieron, será siempre nuestro.

Pero ahora, es otro.